De pronto, Filipi vio sus manos y se dio cuenta de que había perdido todo. Una gran tristeza abundó su alma desconsolada, y sabiendo que no podía volver atrás, lloró.
Sus manos se habían vaciado de sentimientos, de recuerdos, de nuevo.
Pobre Filipi, volvió a perder todo...
¿Regresará esta vez?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario