...Y cuando es la hora de la siesta y todos duermen, y vos estás solo, te gusta estar así, como esperando algo o alguien, y de repente sentís ese vacío en el corazoncito y te dan ganas de caerte, pero sabés que no lo vas a hacer. Cuando dudás si estás deprimido o solamente estás pensando una pelotudés, o cuando creés que se te hizo tarde mirando ese reloj que sabés que anda mal, o cuando mirás Alicia en el país de las maravillas con un lápiz y papel para anotar las frases que te hacen reflexionar, que Lewis Carroll quiso meter en su cuento. ¿Qué pasa ahí? ¿Qué te dijo tu psicoanalista? ¿Es normal? ¿Estás loco? ¿Es tu alma manifestándose en un cuerpo ajeno? ¿¿Estoy hablando demasiado??
Alguien grita al fondo: "Síiiii, ¡callateeeee!".
¿Es correcto seguir sus palabras?
¿Será alguien importante?
¿Será alguien?
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